El dia 2 empezó la campaña electoral en Andalucia y el recuerdo me traslada a los primeros años de democracia y a algunas de aquellas primeras pegadas de carteles los días que comenzaban  las campañas electorales.

  Cada partido solía acudir a su sede a recoger la cartelería, los cubos con cola de pegar y las brochas y cepillos necesarios para embadurnar las paredes y dejar fijadas las caras de los candidatos (no recuerdo ver carteles con ninguna candidata) y los sloganes y las siglas de los diferentes partidos políticos, al menos los 15 días que duraba la campaña.  
 
Me decía mí padre, que acudió a muchas pegadas,  que las cuadrillas encargadas de tal menester, se concentraban media hora antes de las 12 de la noche en diferentes puntos de la calle Real y otras calles importantes del pueblo. Todos querían los mejores sitios, pero para que ningún partido se viera perjudicado, terminaban por acuerdo, repartiéndose los espacios y por supuesto, respetándolos.
 
Los candidatos en los carteles solían mostrar su mejor y más sonriente imagen ( igual que hoy), no había redes sociales para publicitar sus candidaturas, ni grupos de whatsapp, solo aquellos carteles y las cuñas publicitarias que  la televisión pública les ofrecía y las que en la radio y los periódicos podían pagar.  
 
Unos días antes de las elecciones, los militantes más conocidos en el pueblo visitaban puerta a puerta a los vecinos repartiendo las papeletas de la candidatura y entregándoles  el programa electoral.
 
Era todo más cercano, más ilusionante, más de verdad…
 
Y aquellos hombres y mujeres que salían con ilusión, esperanza y convicción a pegar carteles el día que empezaba la campaña, mucho más tolerantes, más respetuosos y mucho más demócratas.
 
FOTO: https://biblioteca.ucm.es/historica/pc-vitrinas-13-y-14
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