8 septiembre 2024

Que aparezcan burbujas al echar agua oxigenada sobre una herida no quiere decir que esta «esté curando»

 

El agua oxigenada (peróxido de hidrógeno, H2O2) es un producto químico que está en muchísimos botiquines. En su estado puro es muy corrosivo, por lo que el que se vende para uso doméstico suele tener una concentración del 3% y el resto de la fórmula es agua.

En Maldita.es ya explicamos que no es un producto recomendable para limpiar o tratar heridas domésticas, a pesar de que se trate de un remedio casero muy extendido. Ahora bien, ¿qué son esas ‘burbujas’ o ‘espuma’ que aparecen cuando aplicamos el peróxido en las heridas?

Estas burbujas son, realmente, oxígeno, que es producto de la descomposición del peróxido en agua (H2O) y dioxígeno (O2). Esta transformación química se realiza gracias a la catalasa, una enzima presente en muchos seres vivos cuya función es, precisamente, transformar el H2O2 en agua y oxígeno.

No es que la catalasa ‘esté ahí pendiente’ de si llega un chorro de agua oxigenada, sino que actúa en el peróxido de hidrógeno que se produce durante el metabolismo celular. Es precisamente esa ‘sobredosis’ de agua oxigenada externa la que causa la reacción. A esto se le suma la destrucción del tejido que parcialmente va cicatrizando una herida, como explicaba a Maldita.es Juanjo de la Fuente, médico de urgencias en el Área Sanitaria Norte de Córdoba. Por tanto, que salgan burbujas de la herida tras aplicar agua oxigenada no es una señal de que se esté limpiando o curando la herida.

Además, aunque sí tiene capacidad de ‘matar’ bacterias y células, especialmente las anaerobias (que no logran crecer en presencia de oxígeno), el agua oxigenada no es capaz de distinguir las células dañinas de las de nuestro propio organismo. De ahí que esta desinfección no sea tan beneficiosa para las heridas, como explica el verificador argentino Chequeado, miembro al igual que Maldita.es de la International Fact-Checking Network (IFCN).

Entonces, ¿para qué podemos utilizar el agua oxigenada? El etiquetado del producto que se vende en farmacias y supermercados indica que es un antiséptico para piel sana. Es decir, una sustancia química que se usa sobre tejidos vivos (como la piel) y es capaz de reducir o eliminar los microorganismos vivos en él, lo que reduce la posibilidad de infección, sepsis o putrefacción. Así, el peróxido se puede emplear como desinfectante de piel sana, por ejemplo, antes de una inyección.

También se puede utilizar como producto de desinfección doméstica de objetos, como vajillas y juguetes; y superficies, como encimeras o baños. A su vez, se puede usar como desinfectante de frutas y verduras (aunque se recomienda hacerlo diluido con agua y lavar bajo el grifo antes de su consumo) y como pesticida para ciertas plantas.

En este artículo del medio especializado Healthline detallan hasta 22 aplicaciones diferentes para el peróxido, aunque algunos deben usarse con cautela y teniendo en cuenta que hay usos mucho más seguros y eficaces, como el blanqueamiento de dientes o aclarado del pelo

MALDITA.ES

https://maldita.es/malditaciencia/20220713/burbujas-agua-oxigenada-herida-no-curar/?utm_source=whatsapp&utm_medium=resumendiario&utm_campaign=13jul22

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