La medida supondrá un ahorro de 250 millones de euros anuales para los ciudadanos europeos

a Unión Europea lleva más de diez años trabajando para la imposición de un cargador universal (de tipo USB-C) en el ámbito de la electrónica de consumo. El paso definitivo al respecto se dio el 23 de noviembre del año pasado, cuando se aprobó la Directiva 2022/2380. Ésta fijó 2024 como límite para la implantación de un conector de carga único en todos smartphones, tabletas electrónicas, ordenadores… de forma que reduzcamos el número de adaptadores de corriente que tenemos por casa.

No ha sido hasta ahora que el Gobierno ha trasladado la directiva europea al derecho nacional. Para ello ha elaborado un proyecto de real decreto que pone fecha concreta a la llegada del cargador universal a nuestro país: el 28 de diciembre de 2024.

Según recoge el documento hecho público por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la medida afectará a teléfonos inteligentes, tabletas electrónicas, cámaras digitales, sistemas de navegación portátiles, altavoces portátiles, consolas de videojuegos portátiles, auriculares, teclados, ratones, lectores de libros electrónicos y ordenadores portátiles. Para estos últimos, el plazo de adaptación por parte de los fabricantes se amplía hasta el 28 de abril de 2026.

Más libertad para el consumidor

El proyecto de real decreto, pendiente para su aprobación durante las próximas semanas, también revolucionará los métodos de comercialización. Al acudir a cualquier tienda para cambiar de smartphone, por ejemplo, podremos decidir si adquirir el nuevo con o sin cargador. De este modo, si el fabricante de turno incluye un adaptador de corriente en la caja, se verá obligado a vender un empaquetado alternativo sin el mismo.

Por el contrario, si el teléfono se comercializa exclusivamente sin cargador, el decreto obliga a indicarlo mediante un etiquetado visible y claro. Lo que nunca podrá faltar será el cable de carga del dispositivo, dada la tendencia de éstos a deteriorarse (o perderse).

El Ministerio no especifica si las versiones sin cargador de ciertos aparatos costarán más baratas, aunque la Unión Europea permanecerá alerta para evitar que se produzcan abusos por parte de las compañías. Con todo, la situación más plausible es que éstas oferten únicamente cajas sin cargador, fijando así precios únicos para los últimos modelos a la venta sin posibilidad de represalia por parte de Bruselas.

Apple, la clara perjudicada

En Apple siempre se han mostrado contrarios a pasar por el aro de la UE, ya que utilizan un puerto de conexión exclusivo para sus dispositivos. Sin embargo, con la entrada en vigor de esta medida, no les quedará más remedio que sumarse al modelo universal a partir de 2025. «Obviamente tendremos que cumplir con las exigencias», reconoció Craig Federighi, vicepresidente de Ingeniería de Software de Apple, a ‘The Wall Street Journal’ el pasado octubre.

La compañía de la manzana mordida tendría un plan de contingencia, sin embargo: usará un conector USB-C, sí, pero limitará la velocidad de carga del iPhone si no empleamos un adaptador de corriente oficial. Aunque esto no deja de ser un rumor, integrantes de la Comisión Europea como el eurodiputado maltés Alex Agius Saliba ya han alertado de que la medida supondría una infracción legal en toda regla, lo que podría derivar en sanciones.

Apple se enfrenta a otro quebradero de cabeza en Europa: la inminente Ley de Mercados Digitales la obligará a abrir iOS (su sistema operativo móvil) a tiendas de aplicaciones de terceros. El objetivo es que los usuarios dispongan de más opciones que la App Store de la multinacional californiana, donde se impone una comisión del 30% a todos los desarrolladores. Esto supondría un arma de doble filo, ya que abriría no pocas brechas de seguridad en un iPhone acostumbrado a librarse de la amenaza de los ciberdelincuentes.

Beneficios económicos y medioambientales

El empeño de la Unión Europea en un cargador para todo no es baladí: contribuirá a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (responsables del cambio climático). Más concretamente, dejarán de emitirse 184 kilotoneladas de CO2 equivalente (ktCO2e) a nivel europeo y 20 ktCO2e en suelo nacional.

De igual modo se reducirá el empleo de hasta 2.606 toneladas anuales de materiales para la fabricación de adaptadores de corriente en Europa (276 toneladas en España), al tiempo que los residuos electrónicos merman en 980 y 104 toneladas anuales respectivamente.

Esto último estaría directamente relacionado con unos consumidores que no necesitarán cambiar de cargador cada dos por tres, lo que supondrá un ahorro anual para los europeos de 246 millones de euros (26 millones de euros en nuestro país según lo estimado por el Ministerio).

José Carlos Castillo

https://www.ideal.es/vivir/tecnologia/cargador-universal-fecha-espana-20230426001206-ntrc.html

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