«LA VERDAD ESTÁ AHÍ FUERA» por Remedios Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 13 de octubre de 2022, en Madrid (España). El presidente del Gobierno acude al Congreso para informar sobre la cumbre europea celebrada en Praga la semana pasada y las medidas del Gobierno para afrontar la crisis derivada de la guerra de Ucrania. Además durante el pleno se dará cuenta sobre los avances en la negociación del Midcat, las ayudas sociales, el plan de contingencia energética y las líneas generales de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). 13 OCTUBRE 2022;CONGRESO;MEDIDAS;ANTICRISIS;CUMBRE EUROPEA Eduardo Parra / Europa Press 13/10/2022

Dicen tres antiguos militares gringos que los extraterrestres existen, que no es ningún complot para mantenernos entretenidos y que los mandamases del Pentágono estudian sus restos y los de las naves alienígenas caídas tratando de replicarlas con lo que esta gente denomina “tecnología inversa”.

Y aquí no se nos ha movido una pestaña y cada cual ha seguido a lo suyo: haciendo las maletas con destino al mar o a la montaña. Todo sea por salir de la ardentía del asfalto. De hecho, sería conveniente contratar otra vez a los señores sociólogos de las encuestas (en particular a Michavila) para que ejerzan nuevamente de Nostradamus de baratillo y nos cuenten por qué el personal está apático a pesar de este notición y con pocas ganas de aferrarse a conspiraciones intergalácticas previas al descanso vacacional que, para algunos, empieza mismamente mañana.

En este país quince días de vacaciones son sagrados para quien puede permitírselos (quien no puede, se va a casa de la suegra al pueblo, bien pertrechado de tapones para los oídos) y lo único que le interesa es saber si Pedro Sánchez, que es lo más parecido a un superhéroe que ha tenido la izquierda, va a formar gobierno pronto o va a tardar un poco más. Porque lo que parece claro, sin bola de cristal ni pesquisas profundas, es que ‘Pedro I el guapo’ va a seguir siendo el presidente de España los próximos años, aunque aún no se sepa cómo y se enfurruñe el señor Feijóo (aún la cabeza sobre los hombros, pero ya hay apuestas para ver cuánto le aguanta) o estos fundamentalistas cabreados que andan aún por la sede de Vox. Ya se sabe que la victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana y propicia guerras intestinas como las que se nos vienen encima entre la derecha razonable (PP) y la derecha extrema (Vox), echándose la culpa, igual que los niños se lanzan la pelota de ping-pong cuando cae la tarde y las gaviotas empiezan sus vuelos rasantes sobre el mar de los fenicios. Y la culpa es a la vez de todos y de nadie; de todos, porque el miedo a un gobierno con Vox era evidente. De nadie, porque si Feijóo hubiera actuado de otra manera, sus escaños hubieran sido igualmente insuficientes para gobernar.

Es tiempo de mar, sí, pero habrá quien se lleve el teléfono a la playa porque los tibios que se pusieron de perfil esperando la caída del líder socialista, van a ser los primeros que se arrimen para jurarle que estuvieron allí apoyándolo, pretendiendo ubicación en cuanto retorne por sus fueros y forme nuevo gobierno, con Yolanda como partenaire, claro. Porque ellos siempre supieron de esta remontada (como Michavila, ya digo) pero no se significaron por guardar el secreto y que a los del balcón de Génova -exceptuando a Díaz Ayuso- se les quedara esa cara de haberles caído un tomo de la Constitución en la cabeza. Todavía no se han recuperado del shock ni han comprendido el mensaje. En España se necesitan liderazgos carismáticos y, por ahora y aunque nadie sepa cómo lo logra, en el ámbito nacional únicamente Sánchez parece tener esa cualidad. Por eso, que los conspiranoicos establezcan la conexión entre los alienígenas y Pedro se antoja cuestión de meses. Y, entonces, a ver quién lo mueve del sillón.  

 

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