25 noviembre 2024

En la actualidad está cerrado, es un complejo de cuatro piscinas, dos grandes y dos pequeñas, que se renueva todos los días, en periodo estival, con agua del manantial, lo que significa que se utilizan más de un millón de litros de agua para las cuatro piscinas.

Sus aguas fueron declaradas oficialmente como Minero-medicinales y termales, por su temperatura, aguas a 32-33 ºC, y composición, sulfatado magnésicas y bicarbonatado cloruradas-sódico cálcicas, con una ligera alcalinidad y radiactividad. La calidad de las aguas es poco idónea para el uso urbano e industrial, pero sí aceptable para el regadío de los suelos de buen drenaje, como los de la vega de Granada, y muy recomendables para el uso medicinal y de balneoterapia.

Al agua del manantial se puede acceder por una escalera de caracol que desciende hacía a una galería subterránea de tres metros de profundidad, donde hubo una instalación creada para los baños. A la derecha se encuentra otra escalera tallada en la piedra que facilita el descenso a 10 metros de profundidad, llegando al manantial. Esta gruta es llamada la cueva del Balneario.

Reseña Histórica

En 1877 sus aguas fueron declaradas de Utilidad Pública en el Anuario Oficial de las Aguas Minerales de España. En la obra se hace referencia a 303 manantiales situados en 146 localidades, repartidas por las 8 provincias andaluzas.  Desde la época romana, o incluso antes, se vienen utilizando sus aguas. Se descubrieron restos de una habitación con conducciones y una piscina con gradas pertenecientes a las termas romanas.

En la gruta del Balneario, encontraron restos arqueológicos de una alquería musulmana. Y conociendo el arraigo de la cultura árabe por los baños termales, se llegó a la conclusión que los Baños de Sierra Elvira fueron utilizados y mantenidos durante la época musulmana.  Después de la Reconquista y en ruinas la ciudad de Elvira, quedó abandonado el manantial, aunque fueron utilizadas estas aguas por los nuevos atarfeños, atraídos por los ecos de antiguas curaciones por su uso. Las crónicas del siglo XVII relatan a Sierra Elvira como unos baños famosos.

En 1825 se construye un edificio para facilitar el uso de los baños, destinado a venta y hospedaje, y entonces se reconocen como baños al aire libre. Fue en 1840 cuando el Gobierno de la nación reconoció los excelentes resultados curativos de estas aguas, declarándolas de Utilidad Pública y nombrando como Médico–Director al facultativo titular de Atarfe, el cual, debido a su ocupación como  tal, no pudo dedicar más esfuerzos hacia este manantial (se le requería una memoria sobre la estadística clínica que diera a conocer científicamente los resultados notables que las aguas producían ante las diversas enfermedades que se trataban, la cual no la llegó a presentar). Así, el manantial seguía en las mismas condiciones de abandono, aún a pesar de dicha declaración.

Siguió en este estado hasta 1863 cuando fue adquirido por el Conde de la Conquista, Señor D. Francisco Vasco y Vasco, quien notificó su intención de mejorar las instalaciones allí existentes. En 1868 comenzó con las primeras construcciones para el alojamiento de los bañistas, instalando además una noria con cangilones de barro que subía el agua a una piscina donde se bañaban los enfermos que utilizaban la gruta para sudatorio.

En esta época se nombró como Director- Médico especialista al Dr. Rubio Argüelles, dándose un paso efectivo para la utilización racional de las agua, aumentando considerablemente el número de usuarios que visitaron la instalación. El edificio contaba con dos áreas, una para los baños (una planta) y otra para el hospedaje (dos plantas). Frente al edificio había un jardín de flores, castaños y acacias, tipo francés, de 100m x 12m. La entrada al edificio estaba a la derecha, dando paso a un cenador cruzado por dos laterales, hallándose en la derecha una sala de descanso, la sala del director y el acceso al comedor. A la izquierda el acceso a la planta alta del hospedaje, con lujosas habitaciones. Y también daba paso al patio de los baños, con una puerta exterior, casi a espaldas del edificio para el departamento de los pobres.

El patio de los baños era rectangular (36m x 13m), formado por numerosas habitaciones con pilas de mármol para dos personas y dos habitaciones mayores con albercas también de mármol para seis personas. A la izquierda del edificio había una puerta pequeña que accedía a la Capilla, donde se decían misas los días festivos. Con una ancha puerta al exterior y de gran nave.

En el centro del patio estaba el acceso al manantial, al cual se bajaba por una escalera de zigzag de 11m de profundidad. A ambos lados del manantial había dos cuevas sin uso pero que sirvió como cuarto de vestir y sudadero. Allí se construyó una galería subterránea con dos cuartos de baño para el aprovechamiento de la alta temperatura que allí existía para la curación de enfermedades reumáticas. Pero en 1877 ya existían problemas entre el Médico – Director del Balneario y el propietario. Denunciando Dr. Rubio Argüelles la mala administración del Conde. Se abre así un periodo de estancamiento que fue superado cuando el balneario fue adquirido por el Señor López Atienza (aproximadamente en 1900), el cual dedicó un gran esfuerzo en el mejoramiento del mismo, construyendo un edificio que se mantuvo durante 30 años, dotándolo de un alto confort.

En 1925, siendo propietario Joaquín Leyva y director del mismo el doctor Benítez Gambín, se realizaron algunas reformas, instalándose un nuevo motor para subir el agua a los depósitos, estufas con duchas de vapor, sala de vaporización.

En 1928, el balneario fue adquirido por Diego Liñán Nieves, quien reparó todas las instalaciones. Fue cuando gozó de momentos de mayor esplendor y lujo. Un balneario con hotel, restaurante y capilla en un enclave privilegiado de la vega. Este Balneario tenía “al frente una terraza arboleada formada por una galería que comunica, por un lado, al gran patio de los baños, y por otro, a la fonda y restaurante. EL patio de los baños es de forma rectangular, 36m x 13 m, magníficamente decorado con una fuente al centro; alrededor de este patio había otro circular de beneficencia, de 6 m de diámetro. Con varios departamentos hidroterapeúticos en la planta baja y las instalaciones para calentar el agua en el primer piso, la parte alta estaba destinada a fonda y en comunicación de la sección balnearia, con una galería central y habitaciones” (Rubio Campos). Los servicios del balneario estaban a cargo de una congregación de monjas de la Caridad, instaladas en el mismo.

Esta época floreciente terminó con la Guerra Civil en 1936, destruyéndose todas sus instalaciones, posiblemente como “víctima colateral” del bombardeo que tenía como objetivo el cercano polvorín Sierra Elvira. En 1960 se construyeron las actuales piscinas termales.

 

Bibliografía y documentación

– A. CASTILLO MARTÍN (2008). Manantiales de Andalucía. Junta de Andalucía y Universidad de Granada

– J. C. RUBIO CAMPOS (2006). Guía de manantiales de la provincia de Granada: una visión sobre su origen. Diputación Granada

– M. J. GONZALEZ – RÍOS, ET AL. (2006), En busca del volcán de Sierra Elvira. Sociedad Grupo de Espeleólogos Granadinos

– GRANADOS TORRES, José Enrique (coord.). Atarfe en papel. Ayuntamiento de Atarfe y Corporación de Medios de Andalucía (IDEAL). 2007

– J.C. CERÓN y A. CASTILLO. Consideraciones sobre la hidroquímica de las aguas termales de los baños de sierra Elvira. GeoGaceta 1996

– Boletín Oficial de la Provincia de Zamora, 19 enero de 1887, nº 87. Ministerio de la Gobernación. Dirección General de Beneficencia y Salud)

– Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara Número 7 – 1887 enero 17 “Relación de las plazas vacantes de baños…”

– GARCÍA DE LOS REYES (2005) Plan General de Ordenación Urbanística. Ayuntamiento de Atarfe.

– L. MARTÍNEZ REGUERA (1896). Bibliografía Hidrológico–Médica Española. Segunda Parte (Manuscritos y Biografías) Tomo Primero.

-AGENCE ESPAGNE.INFORMATIONS TÉLÉGRAPHIQUES ET TÉLÉPHONIQUES DE DEZNIÉRE HEVRE. 11 mai 1937 (N-II9)

 

PUBLICADO EN EL LIBRO » ATARFE PATRIMONIO CULTURAL Y NATURAL» (2015) FRANCISCA LÓPEZ, IÑAKI NIEVA Y MANUEL GUERRERO