13 junio 2025

EL MAL LLAMADO DIA DE LA BANDERA por Fran López

«De Ronda vengo lo mío buscando, la flor del pueblo, la flor de mayo, verde blanca y verde. Ay que bonica verla en el aire quitando penas, quitando hambres.»

La Verde y Blanca, canción compuesta por Carlos Cano en 1973, en los últimos años de la dictadura franquista, perfectamente pudo ser el himno del, entonces creciente sentimiento andalucista.

Sin embargo, años más tarde, en la redacción del Estatuto de Autonomía, sabiamente, a la hora de asignar simbologías a la recién estrenada autonomía, se miró más atrás. Remontándonos al año 1918, en Asamblea de Ronda, ya fueron aprobados por unanimidad la bandera, el escudo y el himno de Andalucía.

La Bandera de Andalucía, se denomina “Arbonaida”. Es una palabra proveniente del árabe andalusí, viene de “albulaida” diminutivo de “balad”, cuyo significado es “mi tierra”. Su creador fue Blas Infante, fiel defensor de la tierra andaluza, su historia y su pueblo. Años más tarde considerado Padre de la Patria Andaluza.

Precisamente fue su esposa, Angustias García Parias, la encargada de confeccionar la primera bandera andaluza que Blas Infante presentó ante sus compañeros en la mencionada Asamblea de Ronda. A no muchos años vista, concretamente en el año 1936, tras estallar la Guerra Civil, el propio Blas Infante es fusilado por defender sus ideales y arrojado a una fosa común de la que aún hoy, como tantos otros no ha sido rescatado. Angustias, su mujer, con todos los riesgos que la acción supone, guardó, escondida en su propia casa, la primera bandera andaluza.

Fue así como permanecería, durante los cuarenta años que duro la agónica dictadura franquista. Hasta que 59 años, 10 meses y 19 días después de su presentación ante la mencionada asamblea donde se le otorgó su valía, volvió a salir a la calle, en las manos de los hijos de sus hijos e hijas. Fue en aquella mítica jornada del 4 de diciembre de 1977, cuando en plena transición democrática, el pueblo andaluz salió en masa a la calle para reivindicar su autonomía, su libertad.

La primera “Arbonaida”, la que confeccionara tantos años atrás, la propia Angustias, se encontró con otros cientos de banderas verdes y blancas, arropadas por miles de ciudadanos que salieron a la calle a reclamar la liberación de su pueblo. Este día marcó un antes y un después en la Historia de Andalucía. Se puede decir, que fue, la precuela del referéndum que daría la plena autonomía al pueblo andaluz años más tarde. Una autonomía que permitió igualar a Andalucía con otras comunidades denominadas históricas.

Puestos a dar datos exactos, me permitiré dar otro, y es que, 16410 días después de esta mítica jornada el actual Gobierno Andaluz, en una ardua triquiñuela legislativa, redacta y aprueba, el Decreto 541/2022, de 8 de noviembre, por el que se declara oficialmente el 4 de diciembre Día de la Bandera de Andalucía. Para su aprobación, la Junta de Andalucía eligió una fórmula legislativa que omitía su paso por el Parlamento Andaluz, donde hubiera sido debatida por los grupos y parlamentariamente refrendada por todas las fuerzas. Quizás, esta premura o precipitación por su aprobación fue temiendo que se le sacaran los colores al recordar cómo, el entonces llamado, Alianza Popular, se opuso con todas las herramientas que tenía en su poder para que Andalucía fuese lo que hoy es, una Comunidad Autónoma, pero no seré yo quien entre a juzgar estos quehaceres.

Hablar de las manifestaciones del 4 de diciembre de 1977 y no mentar el trágico suceso acaecido en Málaga, me parece faltar a la verdad. En el mencionado decreto firmado por el actual presidente de la Junta de Andalucía, se omite este terrible acontecimiento. Cuando se dio orden a la policía de disolver la manifestación porque un joven intentó colgar la bandera andaluza en el edificio del Gobierno Civil de la capital malagueña, está disparo a discreción contra los manifestantes, segando la vida de un joven de 18 años, Manuel García Caparros, aún a día de hoy, su asesinato sigue sin resolver.

A través de este decreto, por parte de la Consejería de Educación, se emite la Instrucción de 21 de noviembre de 2022, por la que se obliga a los centros educativos a conmemorar el Día de la Bandera de Andalucía… Y yo me pregunto, ¿por qué no explicar en nuestros centros escolares lo que realmente fue el día 4 de diciembre? Demostrado queda, que nada tuvo que ver la bandera como símbolo tangible, si no que formó parte del sentimiento y la emoción que las calles de nuestros pueblos y ciudades vivieron al salir a reclamar su libertad. Por qué no explicarles a nuestras hijas e hijos, que sus bisabuelos, a pesar de ser agricultores y recolectar la materia por la que se produce el pan, el vino y el aceite, pasaban hambre. Entre tanto, solo unos pocos elegidos vivían en la abundancia.

El 4 de diciembre de 1977, no fue un día de reivindicación a una bandera, no fue un día de políticos. Los mismos políticos que ahora sueltan su perorata y quieren hacernos creer que fueron ellos quien la inventaron. Fue un día de triunfo del pueblo andaluz, un día de emoción contenida durante muchos años, un día donde familias enteras salieron a la calle a gritar por su libertad, un día de unión. No nos roben nuestro día.

Quien hoy redacta estas líneas, nacido en 1987, mira con nostalgia a los ojos de quienes vivieron aquellos años y cree ver en ellos reflejados un sentimiento de pasión, de fervor, de fuerza, de añoranza. Ellas y ellos, en todo nos aventajan y en mucho nos superan. Miremos al futuro, sin olvidarnos de nuestro inmediato pasado. Cuidemos lo que tanto esfuerzo y vidas costó construir y no consintamos dar un paso atrás.

La mayor arma con la que se puede combatir, no es otra, que la palabra y siendo hoy 4 de diciembre, no podía dejar pasar la oportunidad, de felicitar a quien lleva por bandera a su tierra a lo largo y ancho del mundo. Hoy hace 65 años que nació, en Granada, Luis García Montero. Aprovecho para, a través de una de sus muchas frases célebres, definir el sentido de este artículo, «uno puede ser imparcial, tratar de ser justo, pero no puede mantener las distancias ante una injusticia».

Pese a todo, puestos a venerar a la arbonaida, termino como empecé, con Carlos Cano y su Verde y Blanca, el verde de la esperanza y el blanco de la paz:

Amo mi tierra
Lucho por ella
Mi esperanza
Es su bandera
Verde, blanca y verde
Verde, blanca y verde

 Manifestación 4 de diciembre de 1977

Primer izado oficial de la bandera andaluza, Ayuntamiento de Aracena, 1932.