ATARFE: Fábrica de ácidos sulfúricos y abonos «CARRILLO»

La fábrica de superfosfatos, abonos y productos químicos Carrillo S.A está situada al Suroeste de la localidad de Atarfe, junto a la línea férreaGranada-Bobadilla, en una parcela de grandes dimensiones delimitada por el camino del Molino Alto al Este, la carretera Local al Oeste y el ferrocarril al Norte

. El edificio reúne valores arquitectónicos de gran interés y es un magnífico ejemplo de complejo industrial. Este conjunto fabril está compuesto por dos grupos de edificios, construidos en los años 1920 y 1940 respectivamente y formados por dos naves cada uno de ellos:

una gran nave principal, para cámara de plomo, Gay-Lusac, torres de Glover y enfriadores y una nave secundaria, de menor tamaño, para horno de tostación de pirita.

Conjunto de 1920

El edificio principal está situado a 75 metros de distancia del trazado del ferrocarril, orientado de manera perpendicular a éste. Este edificio está formado por dos naves de planta rectangular adosadas entre sí, de dimensiones aproximadas de 8,5 metros de ancho y 44 metros de largo cada una. Su estructura responde a la tipología arquitectónica de fábrica de pisos dividida en dos plantas y construida, al igual que el resto del conjunto, con ladrillo visto y cubiertas a dos aguas de estructura metálica protegidas con chapas de uralita y sobretejados de ventilación.

La fachada longitudinal está compuesta de 13 módulos separados por pilastras lisas. Cada uno de ellos se encuentra dividido en tres tramos horizontales. El tramo central, de gran altura, contiene un único hueco con arco peraltado dividido en dos partes: la parte superior, aquella definida por el arco, cerrada por una celosía de ladrillo y la parte central, cegada con el mismo ladrillo visto.

En el centro de la parte cegada se abre un vano vertical con arco peraltado y carpinterías de madera. El tramo inferior, a modo de zócalo, contiene un único hueco con arco de medio punto. El tramo superior están dividido verticalmente en dos partes mediante una pilastras plana y en cada una de estas dos partes se sitúa un hueco con arco de medio punto.

Las fachadas trasversales de estas naves siguen el mismo esquema compositivo que la fachada longitudinal. Están divididas en dos módulos

verticales subdivididos horizontalmente en tres partes. Los huecos se distribuyen de la misma manera que en la fachada longitudinal y aparece un hueco circular en el hastial (triángulo superior de la fachada de un edificio, donde descansan las dos vertientes de la cubierta).

El espacio interior de las dos naves adosadas se percibe completo. La estructura de cubierta se muestra sin revestimientos y el espacio se encuentra dividido por una arquería central de las mismas dimensiones que los arcos que conforman la fachada longitudinal. En este espacio destaca la estructura de hormigón armado situada en el fondo Noreste construida para soportar las grandes cargas y tensiones de la maquinaria alojada en esta nave. Se conservan restos de la cámara de plomo.

La nave secundaria está adosada a la fachada Noreste de la nave principal y se encuentra orientada de manera perpendicular a ésta. Esta nave es de planta rectangular de dimensiones aproximadas de 14 x 24 metros construida con ladrillo visto y cubiertas a dos aguas de estructura metálica protegidas con chapas de uralita y un sobretejado de ventilación. La fachada principal está dividida en tres y sigue el mismo esquema compositivo que las naves principales y a diferencia del edificio principal, las pilastras lisas ascienden hastial el hastial en cuyo centro se sitúa un óculo. La fachada lateral está dividida en 6 módulos y sigue el mismo esquema compositivo.

– Conjunto de 1940

Junto a la nave secundaria anterior, al Noreste del conjunto, se sitúan adosadas una a la otra, la nave principal y la secundaria correspondientes a la ampliación de la fábrica del año 1940. Ambas naves se disponen perpendiculares a las vías del ferrocarril y siguen el mismo esquema compositivo anterior, con la salvedad de no disponer de ventana en los vanos peraltados cerrándose éstos de manera completa, con celosía de ladrillo visto.

El conjunto industrial no conserva maquinaria originaria.

Reseña Histórica

Pese a no ser la región andaluza, y en especial la provincia de Granada, excesivamente abundante en ejemplos relacionados con el sector químico, habría que destacar el importante auge que experimentaron las fábricas de fertilizantes durante todo el siglo XIX y principios del XX.

Desde que en la segunda mitad del siglo XVIII comenzara a industrializarse el ácido sulfúrico, ha habido enormes avances en el proceso de fabricación de este producto. Si bien no fue un producto muy demandado en sus inicios, utilizándose entre otras cosas para la fabricación de compuestos medicinales, será a finales del siglo XIX y principio del XX cuando el auge de las fábricas de abono para la agricultura y las refinerías de petróleo demandarán casi la totalidad de la producción de ácido sulfúrico.

Gracias a los avances tecnológicos en su fabricación, como el que aportó John Roebuck a mediados del siglo XVIII, en el que introdujo las cámaras de plomo en el proceso, la producción de ácido sulfúrico se incrementó de manera considerable, proporcionalmente a la creciente demanda que de él se tenía.

La fábrica de superfosfatos, abonos y productos químicos Carrillo, S.A. inició su andadura el 6 de diciembre de 1920 para responder a la demanda de fertilizantes que la agricultura granadina demandaba. Inició su actividad con un capital social de 3.000.000 de pesetas (3.000 acciones de 1.000 pesetas cada una), instalando su sede administrativa en Granada. Su promotor originario fue José Carrillo de Albornoz, que dio nombre a la empresa, aunque diferentes movimientos en las acciones de la empresa llevaron a la familia Sola, residente en Granada, a hacerse con la propiedad del negocio.

La proximidad con el núcleo de Atarfe, le beneficiaba a la hora de contratar mano de obra local, y de abastecerse de energía eléctrica. La fábrica contaba con un apeadero exclusivo para la descarga de materias primas para la elaboración del producto como carga de elementos ya elaborados para su distribución.

Dentro de la actividad productiva de la fábrica, destacaba el proceso mediante el cual se obtenían fosfatados a partir de la utilización de ácido sulfúrico. Hubo un tiempo en el que la fábrica producía excedentes de este producto, lo que le llevaba a distribuirlo, además, a la Empresa Nacional de Pólvoras de Santa Bárbara, en El Fargue. Esto ocurría sobre todo en la primera etapa de su existencia, ya que posteriormente su producción casi no alcanzaba para su propio consumo.

Esta fábrica, proyectada por el ingeniero Ángel Fábregas, estuvo funcionando ininterrumpidamente desde su origen, en 1920, hasta el 26 de noviembre de 1989, cuando dejó de producir ácido sulfúrico.

En los últimos años se han desmontado los hornos de pirita, cámara de polvo, la torre de Glover, cámaras de plomo y las torres de Guy Lussac, los tubos de conducción de gases, etc, quedando en desuso el resto de maquinaria, ya obsoleta.. En la actualidad, las instalaciones han sido reconvertidas a la producción de abonos granulados compuestos de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK).

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