NUESTRO PERSONAJE HOY: MERCEDES HIDALGO por Mari Paz Torres

ARTICULO PUBLICADO EN EL MIRADOR DE ATARFE EN AGOSTO-SEPTIEMBRE DE 2002.HAN PASADO ALGUNOS AÑOS Y NUESTRO PERSONAJE ACTUAL SIGUE ACTUANDO PERO NO QUEREMOS DEJAR DE VALORAR SU GRAN HACER Y TRABAJO. 

MERCEDES HIDALGO FERNÁNDEZ, más conocida en el mundo de la historia del arte del cante flamenco con su propio nombre artístico de MERCEDES HIDALGO, nació en Atarfe (Granada). Su palmarés artístico es muy amplio y, además, cantaora dotada de unas características muy personales, flamencas y distintivas: personalidad artística perfectamente definida y dominadora en los más variados estilos flamencos: Soleares, Seguiriyas, Tangos, Malagueñas, Cantes mineros, Caña, Polo, Cantiñas, Fandango y Cantes de “Ida y Vuelta”, etc.

Durante su larga vida cantaora ha obtenido los máximos premios en las Peñas Flamencas de Martos (Jaén), de Montefrío (Granada). Cartagena (Murcia), Torre Pacheco (Murcia); el “Melón de Oro” de Lo Ferro (Murcia) y otros en Almería, Málaga, Granada, hasta lograr el admirado premio “UVA DE ORO” del Festival Nacional de Cante Flamenco (Jumillla-Murcia 2002).

En el año 1992 fue clasificada en Festival Nacional de “Cantes de las Minas” (La Unión-Murcia), así como en el 1994 será elegida “Representante por Granada” en el Congreso Flamenco de la Federación de Peñas Andaluzas en Estepona (Málaga).

Su cante ha sido oído y reconocido en la mayoría de las Peñas Flamencas que existen en Andalucía, Extremadura y Cataluña. También le cabe el alto honor de haber actuado junto a José Menese, El Cabrero, Carmen Linares, José el de la Tomasa, Alfredo Arrebola, Diego Clavel, Calixto Sánchez o Curro de Utrera, entre otros.

ARTICULO PUBLICADO EN EL MIRADOR EN 2002:

Por MARI PAZ TORRES

En el mundo del arte encontramos autŽnticos genios, que en ocasiones no tenemos la capacidad de valorar en su justa medida, sobre todo por la proximidad del artista. Pensamos y creemos, que si un artista se encuentra en profunda lejan’a de nuestra vida cotidiana, es mucho m‡s astro y mejor…

Esta breve introducci—n viene al caso, para hablar de una de las grandes cantaoras de flamenco, en todas su extensiones, y que quiz‡s debido a su cercan’a, aœn no valoramos en toda su grandeza.
MERCEDES HIDALGO ha recorrido un largo camino, con el trabajo y la humildad, que por otro lado son caracter’sticas propias de su personalidad, necesarios para convertirse tras 20 a–os de carrera en una de las m‡s cotizadas del Cante Flamenco, recabando para su prodigiosa voz elogios provenientes, no s—lo del pœblico (autŽntico sabio en estos menesteres), sino de la cr’tica especializada y compa–eros en el arte.
Pocos somos los sabedores en Atarfe, de que Mercedes tiene entre sus seguidores m‡s fieles a personajes de reconocido prestigio de todos los ‡mbitos sociales: adorada por la familia Bardem, elogiada hasta el infinito por el gran maestro Enrique Morente, observada con ah’nco por Miguel R’os, invitada a
revelar su arte por la Clase Pol’tica en sus m‡s altas esferas, felicitada por La Casa Real. As’ puedo gastar todas las l’neas ofrecidas por esta editorial, pero no lo harŽ.
Estamos ante una Atarfe–a, orgullosa de serlo, y que jam‡s se vanagloria ante sus paisanos de los
Žxitos que su arte consigue d’a a d’a.

Por eso vemos a Mercedes por nuestras calles, por nuestros comercios, sin ser conscientes de que estamos ante una artista que fuera de nuestro entorno, crea tanta expectaci—n como si viŽramos a JosŽ MercŽ pasear por nuestro pueblo.
En los pocos meses que llevo trabajando codo con codo con Mercedes, he podido apreciar la admiraci—n que levanta en otras localidades, en otras ciudades, incluso al otro lado del ocŽano he sido testigo, con enorme satisfacci—n tanto personal como profesional, en pa’ses como Venezuela o Perœ de la enorme
expectaci—n que su voz genera.
Hoy, en este art’culo, sŽ que me he convertido en la portavoz de su trabajo, aunque he decidido no enumerar uno a uno todos los premios conseguidos, ni aquellos Festivales en los que ha encabezado cartel como figura m‡xima, porque sŽ que no tendr’a la aprobaci—n de Mercedes, puesto que como ya he
rese–ado, su talante m‡gicamente modesto, hubiera impedido que se–alara cada uno de sus importantes logros.
Por un lado estamos ante

Merceditas, nuestra vecina, a la que todos conocemos, la mayor’a saludamos y que de una manera, m‡s o menos genŽrica, conocemos de su biograf’a. Por el otro, deber’amos sentirnos orgullosos
de tener como convecina a MERCEDES HIDALGO, comenzando a valorar la magnitud de su hacer art’stico, impidiendo de estaforma caer en el t—pico de: Nadie es profeta en su tierra .
En breve podremos apreciar a una cantaora, en plena madurez art’stica, en un nuevo trabajo discogr‡fico, en el que no s—lo expresa todas las tesituras de su alabada voz, sino que aparece por
primera vez como compositora, otra de sus facetas empe–ada en tener oculta. Ahora tenemos una nueva oportunidad de saber y apreciar que significa Mercedes para muchos
de sus seguidores, adem‡s de comprender porquŽ est‡ en la cima del flamenco.
Espero haber acercado a MERCEDES HIDALGO a sus conciudadanos, porque tal y como comentaba al principio, la mayor’a de las ocasiones no somos conscientes de que estamos ante una autŽntica figura, aunque tambiŽn, espero que sigamos teniendo en cuenta que tras ese gran nombre est‡ Mercedes, nuestra Mercedes

 

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