El examen de matemáticas de Federico García Lorca
El Padre Suárez conserva en su caja fuerte verdaderas joyas documentales como el expediente del alumno García Lorca, que cursó bachillerato en el Instituto General entre 1908 y 1915
Un día cualquiera de junio en el Padre Suárez. José María Mercado, profesor de Inglés y subdirector del centro, saca de una cajonera un estuche de color rojo que contiene tres llaves. Son las llaves que abren la Perreymond Prevete, la impresionante caja fuerte de principios del siglo XIX fabricada en Marsella en la que se guardan los tesoros documentales más valiosos de este instituto tan señero de Granada, uno de los trece de Andalucía que tiene el marbete de ‘histórico’. Clac, clac, clac.
En el interior, forrado en madera, libros y carpetas organizados en anaqueles. La directora Carolina Vallejo extrae con sumo cuidado un fólder en cuya portada se puede leer en letras Times New Roman ‘Instituto Padre Suárez, expediente académico de Federico García Lorca’. Una verdadera joya.
Entre todos ellos, hay varios de Matemáticas en los que merece la pena detenerse. Especialmente el fechado el 9 de febrero de 1915, uno de los últimos que realizó en el Instituto General. En la prueba, Federico desarrolla todos sus conocimientos respecto a dos temas, el 6, relativo a extracción de números elevados a una potencia y descomposición de factores primos, y el 27, sobre progresiones aritméticas.
La letra es perfectamente legible –en esa época se le confería una enorme relevancia a la caligrafía–. Empleaba pluma estilográfica. Y llaman la atención tres manchas redondas de tinta china en la parte superior y también algunos tachones –raya un ‘debajo’ para sustituirlo por un ‘encima’–. Hay párrafos de treinta líneas sin ningún punto y aparte.
El expediente de Lorca se guarda en una caja de seguridad que precisa de tres llaves para abrirla
Según el expediente, Federico García Lorca obtuvo un aprobado, su nota más habitual durante la etapa del Bachillerato, aunque también obtuvo once notables en materias como Geografía de España, Aritmética, Preceptos de Literatura, Historia Universal, Álgebra y Trigonometría oPsicología y Lógica. Lo que más prevalecen son los suficientes. Ningún sobresaliente ni tampoco ninguna matrícula de honor.
«Federico no era un alumno brillante; su gran inquietud en ese periodo de su vida era la música», comenta Carolina Vallejo, quien aclara que el Instituto General y Técnico estaba implantado a comienzos de siglo en lo que hoy día es el Colegio Mayor San Bartolomé y en el Palacio de los Marqueses de Caicedo, ambos edificios situados en la calle San Jerónimo. No fue hasta el 30 de abril de 1904 cuando el rey Alfonso XIII puso la primera piedra del inmueble actual, al comienzo de la Gran Vía, y no fue hasta el 10 de enero de 1918 cuando fue ocupado.
Otros ilustres
Pero la Perreymond Prevete no solo atesora las ‘cosas’ de Lorca, sino de otros y otras ilustres como Ángel Ganivet, Asunción Linares, Elena Martín Vivaldi o Francisco Ayala. De este último se conserva, entre otros legajos, un análisis sintáctico realizado con diez años –y con alguna falta de ortografía, por cierto–. El texto, dictado por el profesor y copiado por Ayala en un folio decía: «Más no hosó (sic) descoser su boca hasta ver en qué paraba aquel asalto y prisión de su amor».
Dentro de la caja fuerte, otros fondos de enorme valor. Hablamos, por ejemplo, de una traducción del ‘Origen de las especies’ de Charles Darwin de 1862. Hablamos del espectacular álbum de grabados ‘Joyas del arte en España’ (1878), una colección de cuadros del Museo de Madrid recopilados por don Pedro de Madrazo. Y hablamos también de un tratado de química de Berzelius datado en 1838. Merecen una mención aparte, además, los misales antiguos.
Cristina Vallejo comenta que este curso ha habido un millar de matriculados en los ciclos de Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional de grado medio y superior y Educación de Adultos en el IES Padre Suárez. «A pesar de atesorar un patrimonio tan enorme, no recibimos ningún tipo de ayuda adicional», dice Vallejo, quien lamenta que también les hayan retirado el apoyo para el docente que se encargaba del Museo de Ciencias Naturales, uno de los más completos de Andalucía. «Ahora hay dos compañeros que lo atienden de forma voluntaria y en sus ratos libres», asegura. «Nos encantaría que estuviera abierto y fuera visitable por parte de los granadinos», recalca Vallejo.
Lorca logró el título de Bachiller en el Instituto General Técnico de Granada, lo que permitió entrar en la Facultad de Derecho. Después, aquel joven de los aprobados se convirtió en el escritor más importante en lengua castellana de todos los tiempos.