21 noviembre 2024

La cerámica del Pago de los Tejoletes 2006 (Madinat Ilbira, Atarfe, Granada) parte 2ª

parte 2ª del articulo de ayer https://miradordeatarfe.es/?p=70821

2.3. ANÁLISIS DECORATIVO

El estudio de los sistemas decorativos requiere recurrir a todos los fragmentos decorados, independientemente de si forman parte de los bordes de las vasijas. En este sentido no es factible un análisis cuantitativo a partir del EVE (a excepción del supuesto ideal de conservar todas las piezas completas), sin embargo es posible establecer un índice que relacione el número de fragmentos con el EVE total del conjunto estudiado, a efectos de comparar dos conjuntos diferentes, siempre que la fragmentación de estos conjuntos sea muy parecida , ya que entonces podemos pensar que las probabilidades de encontrar un número determinado de fragmentos decorados es similar en ambos conjuntos.

Otra forma alternativa para establecer un índice de fragmentos decorados es relacionar el número de estas piezas con el total de fragmentos recuperados. El objetivo, en cualquier caso, es establecer la posibilidad de comparar conjuntos de forma objetiva y que nuestros análisis no se limiten a indicar si tal decoración es más abundante o menos, siempre sujetos a una visión subjetiva del problema. En este análisis nosotros vamos a utilizar el primer criterio, teniendo en cuenta el tipo de estudio realizado sobre estos materiales, basado en la selección de bordes y fragmentos decorados o vidriados, sin haberse contabilizado el total de fragmentos.

En este sentido, hay que aclarar que nuestro interés no es artístico, sino que está motivado fundamentalmente por los indicios cronológicos que la decoración puede aportar, además de informar de intercambios comerciales o difusión de rasgos culturales.
Siguiendo los estudios habituales sobre este tema, se agrupan las decoraciones en grandes conjuntos (pintadas, impresas, incisas, etc.) y posteriormente se precisa el motivo, color, etc., definiendo los tipos decorativos (pintada: trazos gruesos verticales rojizos; impresa: digitaciones en cordón aplicado; etc.)

2.4. OTROS ANÁLISIS SIGNIFICATIVOS: LOS VIDRIADOS

Aparte del estudio de las pastas, las formas y la decoración, que entendemos sistemático para cualquier conjunto cerámico, en función de las especiales circunstancias de éste, como su cronología o su procedencia, puede plantearse un análisis específico de determinados elementos. En nuestro caso hemos creído conveniente analizar todos los fragmentos vidriados, puesto que en la época a la que pertenecen los ajuares cerámicos que estudiamos se inicia la expansión del vedrío en las vasijas y nos resulta de gran interés analizar las características de estos vidriados, pero también las de las pastas y series sobre las que se aplican, de modo que podamos saber si estas primeras producciones son locales o importadas o conocer en que tipo de vasijas se utilizan, para explicar más adecuadamente su difusión.
En este caso, como en el relativo a la decoración, podemos aplicar un índice corregido que relacione el número de fragmentos con el EVE o bien directamente estimar la proporción de fragmentos vidriados con respecto al total de fragmentos.

3. CARACTERÍSTICAS TECNOLÓGICAS DE LA CERÁMICA

Los datos relativos a las características tecnológicas los agrupamos en tres apartados (arcillas utilizadas, elaboración por parte del alfarero y procesos de cocción). Respecto a las arcillas, los grupos significativos sobre la base de los criterios establecidos por nosotros (color base, reactividad al ácido clorhídrico, frecuencia y tamaño general de las inclusiones), nos ofrecen los siguientes datos:

Los resultados no son concluyentes respecto a un cambio sustancial en la procedencia de las arcillas utilizadas en la elaboración de las piezas cerámicas. De hecho, los cambios más importantes se producen entre grupos minoritarios, que pueden responder a la propia característica de la muestra, por lo que no podemos sacar conclusiones firmes. De todos modos destacamos el aumento de las pastas beige muy finas (3,21 a 6,95%), asociadas a la difusión del ataifor, y de las pastas rojizas finas reactivas (2,25 a 6,78%), en este caso utilizadas en ollas.
Respecto al modelado (torno/mano) y la cobertura (fundamentalmente la proporción de cerámica vidriada), como procesos vinculados a la elaboración de las vasijas por los alfareros, obtenemos los siguientes resultados:

Respecto al modelado, es significativo el aumento de las producciones a mano (4,98 a 12,37%), lo cual está vinculado al mayor porcentaje que presentan en el Pago de los Tejoletas las series cerámicas realizadas a mano (tinajas, alcadafes, discos) y por tanto no se trata de un cambio en los procesos de elaboración de las vasijas.
El otro dato fundamental es el crecimiento del porcentaje de cerámicas vidriadas (4,65 a 12,54%), que se debe fundamentalmente a la irrupción del ataifor, una serie apenas representada en el Cerro del Sombrerete.
Finalmente, en lo que concierte a la cocción, los datos más relevantes son los siguientes:

En este caso, la evolución parece únicamente más clara en lo relativo a la disminución de las cocciones reductoras (11,4 a 5,25%).

4. CARACTERÍSTICAS TIPOLÓGICAS DE LA CERÁMICA

En el ámbito formal la principal novedad es que debemos incluir al ataifor entre las series cerámicas más significativas (0,32 a 9,83%), mientras que los restantes cambios, como la reducción del porcentaje de ollas, pueden deberse tanto a una evolución en la composición de los ajuares, como a la propia funcionalidad de los espacios que han sido objeto de excavación, que pueden hacer que el peso de las distintas series cerámicas sea significativamente distinto.

En lo que respecta a los tipos más habituales de cada serie cerámica, en el caso de las ollas se produce una disminución de la olla de borde en S desde el 63,88 al 32,63%, aunque sigue siendo mayoritaria, dado que no hay un tipo único que la sustituya, aunque en definitiva, dado que este tipo en S es el único claramente con piquera, esta reducción significa una pérdida del predominio de las ollas de un asa y piquera, frente a las de dos asas y boca circular, cuestión que puede deberse a cambios en la elaboración de las comidas que nos son totalmente desconocidos.
En el caso de jarra/os y jarritas/os, los bordes rectos siguen siendo predominantes (48,28 a 61,40%), a costa de los moldurados, que disminuyen significativamente (33,91 a 13,45%). Si tenemos en cuenta que los bordes moldurados son lo que suelen tener habitualmente piquera, observamos también en este caso, como en el de las ollas, una reducción del peso de ejemplares con este elemento, en beneficio de las bocas circulares.

Respecto al ataifor, prácticamente puede hablarse de la nueva aparición de esta serie cerámica, donde predominan bordes exvasados, ya sean rectos (43,10%) o levemente curvados al exterior (44,83%).
En el caso de los candiles, el dato más interesante, incluso por encima de leves variaciones tipológicas, es la disminución de las piezas vidriadas (32,31% a 4,00%).

5. LOS MOTIVOS DECORATIVOS

El análisis estadístico de los motivos decorativos, relacionando el número de ejemplares decorados con el EVE , nos permite llegar a los siguientes resultados:

Hay que destacar, sobre todo, el aumento de la proporción de piezas decoradas (índice 1,57 a 3,62), aunque se debe sobre todo al incremento de la decoración impresa y, sobre todo, vidriada. Si nos centramos en motivos concretos vemos como la decoración pintada a la almagra, que era el motivo decorativo más abundante en la campaña del 2005, se ha reducido notablemente (índice 0,45 a 0,24). El motivo más abundante en el Pago de los Tejoletes en la decoración vidriada con trazos de manganeso sobre vedrío melado (índice 1,19, inexistente en la campaña anterior), que destaca sobre la de trazos verdes y de manganeso sobre vedrío blanco (índice 0,06 a 0,31). También son muy abundantes las digitaciones impresas en cordones (índice 0,19 a 0,98).

6. LOS VIDRIADOS
La cerámica vidriada constituye una de las cuestiones más interesantes a investigar en los períodos emiral y califal, ya que probablemente se pasa de importarla a producirla localmente. Los datos que tenemos para las dos campañas son los siguientes (% EVE e índice de ejemplares por EVE)

En la campaña de 2005 no hay agrupaciones significativas de los distintos grupos tecnológicos vidriados, lo cual si se documenta ya en la intervención arqueológica realizada en el 2006 en el Pago de los Tejoletes, donde destacan tres grupos tecnológicos: 135V (66 ejemplares que suman un 3,46% de EVE y suponen un índice de 2,23), 100V (57 ejemplares, que suman un 3,22% de EVE y suponen un índice de 1,93) y 20V (21 ejemplares que suman un 1,53% de EVE y suponen un índice de 0,71).

7. LOS CAMBIOS EN EL REGISTRO CERÁMICO

La comparación de los materiales procedentes del Cerro del Sombrerete con los del Pago de los Tejoletes, permiten indicar que los cambios en la cerámica siguen el siguiente patrón:

– El cambio más importante es la introducción del ataifor vidriado en los ajuares de Madinat Ilbira. Esto provoca el mayor peso de las arcillas asociadas a esta producción, el incremento de la proporción de cerámica vidriada, el que la decoración más destacada sea la aplicada en piezas vidriadas, especialmente los trazos de manganeso sobre vedrío melado, que además se asocian a tres grupos tecnológicos dominantes entre las producciones con vedrío y que podemos pensar que se producen en el ámbito local o comarcal. Aparece también la decoración verde y manganeso sobre blanco, pero es escasa y esto sugiere que se trata de una importación.

– Otro cambio destacado es la mayor presencia de tinajas, lebrillos y discos, producciones realizadas a mano (en ocasiones el borde y cuello terminados a torno), con abundante decoración impresa de digitaciones (en los cordones de tinajas y lebrillos o en el borde de los discos), lo que hace, por ejemplo, que la cerámica a mano sea más abundante que en la Alcazaba. En este caso, a diferencia de los ataifores, no se trata de una introducción de estas producciones sino de una consolidación, salvo que esta abundancia se debe a la propia funcionalidad de los espacios excavados y no a una evolución de las producciones cerámicas.

– Otro rasgo destacado es, respecto a la cerámica de cocina, la progresiva disminución de las ollas con piquera y un asa (las de borde en S), de modo que las ollas de boca circular y dos asas pasan a ser mayoritarias en el Pago de los Tejoletes, pero la variedad de bordes diferentes morfológicamente hace que no tengamos un tipo característico (no apareciendo aún el tipo que es mayoritario en el siglo XI y principios del XII en lugares como Granada –alfar de la Casa de los Tiros – o Nívar).

– Rasgos menores pueden ser la reducción de los jarros o jarritos con piquera, así como la casi total desaparición de los candiles vidriados.
Estos cambios deben haberse producido entre el año 925, fecha en que fijamos el abandono de la Alcazaba , y el 1018, cuando se produce el abandono de Madinat Ilbira . El análisis de las distintas unidades estratigráficas puede tal vez arrojar luz sobre el desarrollo de este proceso de cambio cerámico, pero ya podemos orientar su estudio a partir de esta valoración de los datos globales.

En cualquier caso, debemos destacar que la transformación que se produce tiene una gran trascendencia, porque aunque puede parecer que la cerámica vidriada y, en concreto, los ataifores suponen aún un porcentaje escaso, resulta que en El Castillejo de Los Guájares, con una ocupación principal centrada entre finales del siglo XIII y principios del XIV, los ataifores, vidriados o no, suponen el 11,4 % (10,68 % suman ataifores vidriados y cuencos sin vidriar en los Tejoletes). Si la cerámica de Los Guájares presenta un mayor porcentaje de cerámica vidriada (33,65% frente a 12,54% de los Tejoletes) es sobre todo porque la mayor parte de la cerámica de cocina está vidriada (en concreto la cerámica de cocina vidriada suma el 17,78 % del total) . Y ello nos orienta sobre el hecho de que la nueva fase cerámica que aparece hacia mediados del siglo X sólo se transforma significativamente a finales del siglo XI o comienzos del XII, cuando se produce la generalización del vedrío en la cerámica de cocina, que lleva aparejada otros cambios, como el aumento de la proporción de cazuelas sobre el de ollas .

LA CERÁMICA DE MADINAT ILBIRA
(PAGO DE LOS TEJOLETES – 2006)

MIGUEL JIMÉNEZ PUERTAS
JOSÉ CRISTÓBAL CARVAJAL LÓPEZ

 
http://www.arqueologiamedieval.com/articulos/100/la-ceramica-del-pago-de-los-tejoletes-2006-madinat-ilbira-atarfe-granada