21 noviembre 2024

Alberto Di Lolli. 09/10/2024. Madrid. El Presidente del Gobierno, Pedro Sanchez comparece en el Congreso para tratar sobre la emergencia migratoria. En la imagen, Feijoo saluda a Maria del Mar Blanco tras su intervencion. ESPANA - NACIONAL - POLITICA

Parece mentira que la oposición al gobierno de Pedro Sánchez no tenga mejor justificación para su apoyo bochornoso a la ley que permite la convalidación de las penas a los presos etarras que repetir aquella pintada viral que afirmaba “Emosido engañado».

Fallará la ortografía, pero se entiende perfectamente. Pero aquí nadie ha sido engañado, conste. Aquí lo que pasa es que el personal trabaja poco y por eso sucede lo que sucede. Poco nos pasa con los representantes políticos que tenemos en esta hora de España. Poco.

Si llamativo resulta que al pedrismo fanático militante (porque llamarlo de otra manera es insultar a los socialistas, que no se merecen esto) no se le caiga la cara de vergüenza llegando a un acuerdo con Bildu que implica reducir penas de cárcel a asesinos como ‘Txapote’, ‘Anboto’, ‘Gadafi’, ‘Mobutu’ o ‘Kantauri’ en una lista tan extensa de motes que da ya idea del cariz de los personajes, impacta más aún la falta de celo de la oposición.  No se han enterado de que les han colado una rebaja de penas a estos asesinos; esto es: que si  un terrorista que jamás han manifestado el menor arrepentimiento (conste también esto) estuvo encarcelado en Francia por haber cometido allí un delito y luego regresó a España  para pegarle un tiro en la nuca a un ciudadano o para poner una bomba lapa y hacer saltar por los aires a otro señor con su familia incluida, ahora hay que convalidarle parte de la pena porque, pobrecito, ya la cumplió (aunque fuera por otro delito)  en el país vecino.

Ese era el acuerdo entre Pedro Sánchez y Bildu para sostener el gobierno que lidera; ni más ni menos. Y se ha cumplido -sin enterarnos- al margen de la ética, la dignidad o el compromiso con las víctimas. Pero, ahora que nos hemos percatado de tamaña afrenta a los asesinados y, especialmente, a sus familias que sobreviven con la amargura en el alma de su pérdida irreparable y de no comprender cómo puede haber seres tan deshumanizados que matan a sangre fría, los ministros como el ex juez Marlaska se escudan en enrevesadas elucidaciones, echando la culpa a Europa, cuando los tribunales europeos no se ha pronunciado sobre este tema concreto. Esencialmente porque no le incumbe y esto podía haberse mantenido fuera, como en tiempos de Rajoy. Sánchez se ha vuelto a priorizar a sí mismo y su ambición, sus ansias de permanencia y lo ha hecho aprovechándose de la incomparecencia del contrario, de que el PP, parece no leerse lo que tienen que aprobar, lo que deben discutir.

Hemos sido engañados, dicen; pero no nos sirve. No, señorías: no sirve y nos cabrea que no se enteren de lo que votan porque es su trabajo, la razón para la que han sido elegidos. De Sánchez se puede esperar cualquier cosa y su obligación es estar alertas, no convertir la situación ahora en un circo (y me refiero al portavoz del PP) sacando fotos de nuestros muertos. La culpa no es sólo de Sánchez, él sólo es un estratega construyendo su destino. La culpa es de todos, de su torpeza, de su desidia. Llegados a este punto, arréglenlo como proceda y déjense de polémicas porque es tan lamentable y tan vergonzoso para todos que no tienen ni un minuto más que perder.