«Sobre la industrialización de Atarfe» por Adolfo León Fernández

Me invitan a que escriba algo sobre las posibilidades de instalar industrias en Atarfe; a lo que termino por acceder y hago, por motivos de que ya en este bello y abierto pueblo (aparte de su historia como tal pueblo industrial), en el año 1990, ante la imposibilidad de haber instalado en esta zona de la vega una gran industria hortofrutícola-olivarera, yo intervine también en colaboración con otros, en dicha gestión.
Es un hecho real y cierto que todo pueblo que se desarrolla industrialmente es un pueblo que progresa, que enriquece, que se culturiza. Como igualmente y en sentido contrario, es otro hecho no menos real, que todo pueblo que se anquilosa, manteniendo los cultivos rutinarios y ya caducos, y se limita sólo a la producción de dichos cultivos, convirtiéndose en productores de materia prima para el servicio de otros que la transforman, se hacen pueblos retrógrados, pueblos que empobrecen, pueblos que se inculturizan
Pues dejan de percibir todo el valor añadido de lo que producen, percibiéndolo en su totalidad el que los transforma y cuanta más materia prima produzca, el mismo se la abarata, porque la cantidad obliga a ser mayor la oferta que la demanda. Es pura ley de mercado. En conclusión, que los que se llevan la mayor parte son los que la transforman y los intermediarios que la comercializan.
Es otro hecho real y verdadero el que Atarfe, desde principios del presente siglo, se desarrolló industrialmente, de tal manera, que hace setenta y cinco años llegó a alcanzar tal desarrollo en sus industrias azucarera, alcoholera, aceitera, cementos y otras más de construcción, que estuvo siendo no sólo la primera de la provincia y de Andalucía, sino que llegó a ser la tercera de España, según su número de habitantes.
Para desarrollarse industrialmente un pueblo, tiene que apoyarse irremisiblemente como punto de partida en sus propios productos, si los tiene, industrializables, o que los pueda tener, así agrícolas, ganaderos, forestales, mineros, termales, monumentales, pesca, caza. Por el motivo de que el desarrollo industrial no sólo debe de llevar el aumento en lo que respecta a las necesidades de la industria en sí, sino también debe y tiene que llevar el aumento a la producción de sus propios productos disponibles a la industria (agrarios, ganaderos), en mano de obra, labores, escaldas, aclareos, abonos o fitosanitarios.
Y así, todos los sectores se benefician a la vez y, por tanto, el progreso es para todo el pueblo.
Por lo tanto, lo primero que hay que hacer es un estudio exhaustivo de las posibilidades y conveniencias de mantener los mismos cultivos, como se ha dicho anteriormente, si reúnen condiciones por su riqueza y rentabilidad para ser industrializados; y si no es así, habrá que realizar una planificación de los nuevos cultivos y de sus variedades más indicadas. Pues en las mismas especies de estos vegetales, no todas sus variedades se pueden industrializar, por ejemplo, en las manzanas, vale la Golden, pero no la Estarkin; y así en melocotones, perales, para que sobre estas ya seleccionadas y cultivadas con toda garantía de éxito en estas zonas privilegiadas en clima, suelo y agua, pueda acometerse decididamente la imprescindible industrialización, único camino para alcanzar el progreso deseado.

Posibilidad de la Vega
En Atarfe, como en toda la vega granadina, con sus más de 75.000 hectáreas de regadío (incluyo toda la zona que domina el río Genil y sus afluentes); por su clima (salvando estas excepcionales y prolongadas sequías), con fuertes y prolongados fríos secos de invierno, que obliga a una parada total de la vegetación de los frutales, que les sirve de recuperación de energía de rebrote primaveral, y de eliminación de gran cantidad de insectos perjudiciales.
Como sus fuertes y también secos calores de verano, que ayudan al aumento de concentración de sus azúcares, como igualmente ayudan a la dureza de su carne y limpieza de su piel. Con su profundo y feraz suelo de aluviones en su mayor parte, su calidad de agua de riego, exenta de toda salinidad, su altitud media de 600 metros y distancia del mar, más de 60 kilómetros, hacen que se produzca todo tipo de hortalizas y de frutas, tanto de hueso como de pepita; excepto el albaricoquero, por ser muy sensible su floración a las heladas tardías de marzo y abril, todas se producen extraordinariamente bien, hasta tal punto que, debido a nuestro contrastado clima y demás condiciones que hemos descrito anteriormente, hacen de nuestra fruta (incluyo la de la hoya de Guadix) la de mayor calidad de España.
Y no digamos de Europa, que es de todo punto de vista totalmente inferior a la andaluza, con predominio, naturalmente, la de Granada.
Y por esto es, precisamente, por lo que Europa pone tantos inconvenientes y obstáculos a la entrada de nuestros productos hortofrutícolas a esa mercantilista Unión Europea. Y por estas mismas condiciones y cualidades de nuestros productos no se puede argumentar ni justificar el fracaso de los mismos a su falta de calidad, sino todo lo contrario, el fracaso de entrada en la Comunidad es debido al temor de aquellas naciones a la presencia de nuestros productos por superior calidad natural a las de ellos, que artificialmente no pueden superar.
Y, sobre todo, el fracaso ha sido y es por culpa de los ineptos e impreparados miembros del actual Gobierno, que irresponsable y osadamente nos metieron en este revoltillo organizado a favor de los ricos del Norte, con el solo objeto de apuntarse un tanto, cuando de la manera que lo hicieron entraba cualquiera; sin asentar las bases de defensa de nuestros productos hortofrutícolas, conformándose con las cacareadas ayudas, que no son otra cosa que las limosnas (¿hasta cuándo?) de aquellos ricos que no persiguen otro objetivo que eliminar de su futura competencia, anulando nuestras producciones a su peor enemigo: Andalucía. Lo que si no se remedia de otra manera, ¡jamás! levantará cabeza este pueblo andaluz, y continuará con la cabeza cortada, como la tiene desde hace quinientos años. Viviendo sólo unos pocos a costa de los otros muchos.

Artículo editado por Corporación de Medios de Andalucía y el Ayuntamiento de Atarfe, coordinado por José Enrique Granados y tiene por nombre «Atarfe en el papel
FOTOS: Imágenes de las instalaciones de la azucarera La Vega (Archivo : J.M.REYES)