CEMENTERA DE ATARFE, ARQUITECTURA INDUSTRIAL ABANDONADA
Artículo de Juan Carlos García de los Reyes en su blog http://granadablogs.com/gr-arquitectos/
¿Hay alguien ahí? Esta es la pregunta que se me ocurre hacer cuando llego a un lugar como este, la Cementera de Atarfe. Hace unos años la pregunta hubiera sido otra, “Busco trabajo ¿podría hablar con el encargado?”, pero es que ahora está abandonada, y las impresionantes dimensiones de sus muros, junto con su potente y sobria arquitectura parecen convertirla en la puerta del más allá.
e encuentra en las proximidades de Sierra Elvira, en la localidad granadina de Atarfe junto a la carretera de Córdoba. Su ubicación viene de la proximidad a la cantera que hay en la misma sierra y su construcción, que se inició en 1903 por Inocencio Romero de la Cruz, vino motivada por el aumento de las infraestructuras en la época. En 1923 empezó a comercializar sus productos bajo la marca de Cementos Centauro y estaba dedicada a la producción y elaboración de cemento y cal hidráulica. Fue una de las primeras fábricas de este tipo que se construyeron en Andalucía, junto con la fábrica La Araña, en Málaga, de 1918. Con una producción en 1955 de 30.000 Toneladas de Cemento portland y de 20.000 Toneladas de cemento natural se convirtió en una potente fábrica que abastecía la creciente demanda de la época.
La línea del Tranvía de Granada a Pinos Puente, con parada en el apeadero de Sierra Elvira así como una línea industrial de ancho 750 mm entre la fábrica de cemento y las canteras serían algunas de las infraestructuras que apoyarían el funcionamiento de la fábrica.
La fábrica perteneció a la compañía Cementos Centauro hasta finales de 1968, cuando fue absorbida por Cementos Alba S.A. Al poco tiempo fue cerrada y desde entonces sus instalaciones permanecen abandonadas, pudiéndose apreciar hoy en día aún la estructura principal de hormigón de la fábrica. Algunos de sus muros han sido invadidos por pintadas, sus tejados están hundidos, en algunos puntos se aprecian los restos de lo que fue una escalera, una oficina o el comedor de los trabajadores. Donde antes había maquinaria ahora hay vegetación y escombros. Por donde antes los empleados de la fábrica circulaban para hacer su trabajo, ahora, de vez en cuando, aparece algún curioso o algún grupo de aventureros que encuentran un foco de entretenimiento.
Hace unos años se planteó como Proyecto Fin de Carrera de la Escuela de Arquitectura de Granada su transformación para acoger la Fundación Juan March. Ojeando algunas de las propuestas queda demostrado que a pesar de encontrarse en este lamentable estado, sus muros, sus espacios y todo su conjunto siguen siendo fuente de inspiración y de numerosas posibilidades de rehabilitación.