22 diciembre 2024

Las nuevas tecnologías han incrementado los delitos

Tres menores granadinos han sido identificados y cambiados de centro por abusar sexualmente de dos alumnas pequeñas, lo cual ha generado gran alarma social. Los agresores, al ser menores, son inimputables, y nada se puede hacer judicialmente. Solo cabe tomar medidas educativas en la escuela, en la familia y en la sociedad.

Hasta ahora, las agresiones escolares continuadas –acoso escolar o bullying– se venían produciendo con cierta frecuencia –se habla de un 3%–, por el déficit existente en la educación familiar; la cada vez más escasa autoridad de padres y profesores; la falta de medios, habilidades y estrategias practicadas en los centros; y la violencia extendida en nuestra sociedad, sobre todo contra los débiles, los inmigrantes, o los diferentes. Pero a todos esos elementos se unen, hoy en día, las nuevas tecnologías, utilizadas cada vez más por los niños, que han incrementado los delitos, según afirma la Fiscal Superior de Andalucía, Ana Tárrago.

A través de las redes, los alumnos tienen acceso a pornografía, videojuegos atrevidos y violentos, TikTok con bailes y canciones eróticas, y a la posibilidad de practicar, a través de ellos, los ciberacosos. En un magnífico reportaje realizado por Laura Velasco, en Ideal, el Juez de Menores, Emilio Calatayud, afirma que «el móvil es una droga, un instrumento para cometer delitos y un peligro para las víctimas… Es inconcebible que un niño tenga un móvil antes de los catorce años. Nunca antes había habido agresiones sexuales con estas edades. Ya no hay niñez». Y Jesús Maeztu, Defensor de la Infancia de Andalucía, afirma que «la educación en competencias digitales es una necesidad. Hay que incrementar la formación afectivo-sexual en la escuela, para evitar los mensajes sexistas de la red y para promover la igualdad».

Y es que, en el caso que estamos analizando, al acoso tradicional, se une la agresión sexual a dos niñas, con lo cual nos acercamos a un problema de mayor calado: el machismo imperante en nuestra sociedad, se está dando con mayor virulencia entre los menores de 18 años, que sufren un grave retroceso en la concienciación sobre la igualdad de sexos –determinados partidos niegan la violencia de género y hablan de violencia intrafamiliar–. Uno de cada cinco jóvenes cree que dicha violencia de género no existe –el doble que hace cuatro años–, pues la consideran «un invento ideológico». Es más, un 28% de ellos, y un 17% de ellas, entienden que el feminismo es innecesario, y solo busca perjudicar a los hombres.

En conclusión, se siguen produciendo agresiones machistas a edades cada vez más tempranas, (las de estas dos chicas es alarmante), y está surgiendo la vieja mentalidad machista que parecía desterrada. A nuestros jóvenes les falta educación afectiva y de igualdad de género, en colegios y en familia. Un antídoto eficaz contra el machismo es la coeducación, no concebida como una simple unión de chicos y chicas, sino que debe afectar a la estructura, a la organización, a la metodología y a la implicación de la comunidad educativa. Un grave problema añadido es que los jóvenes utilizan los móviles demasiado pronto, o al menos tienen acceso a ellos, sin control de los padres; y son demasiado precoces en el uso de las redes sociales. En ambos sitios, ven y escuchan cosas para las que no están preparados.

FOTO: https://www.universidadviu.com/es/actualidad/nuestros-expertos/la-tecnologia-como-herramienta-en-la-prevencion-del-bullying

https://www.ideal.es/opinion/juan-santaella-crece-violencia-escuela-20241219233129-nt.html