Contenedores ardiendo, escaparates de comercios rotos, lanzamiento de adoquines, jóvenes antisistema corriendo perseguidos por la policía y varios cientos de miles de euros en destrozos es el resultado de las hordas de defensores del señorito Pablo Hasèl, un cachorro de la mejor burguesía leridana convertido ahora por muchos en un mártir de la libertad de expresión. Pero no por decir ... Leer Más »
