El televisor encendido del 4 de diciembre de 1997 muestra a una mujer rubia, de mediana edad que vive en Cúllar-Vega. Sus ojos color miel revelan un profundo desamparo, el fracaso de una sociedad que no se atreve a ponerle nombre a la realidad de la violencia de género. Se llama Ana, responde con calma a la presentadora Irma Soriano, ... Leer Más »
