Los últimos días de Miguel Hernández antes de su fallecimiento en el penal de Alicante transcurrieron entre el hambre, las penurias y las cárceles franquistas de posguerra, en las que escribió algunos de sus versos más hermosos. Yo quisiera ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano Ya estabas herido de muerte ... Leer Más »
